Los cigarrillos electrónicos han ido ganando popularidad durante los últimos años y cada vez es más común su uso, especialmente en adultos jóvenes y adolescentes. Este dispositivo es visto como una alternativa inocua a los cigarros tradicionales, pero ¿podría afectar a nuestra salud dental?
Los cigarros electrónicos funcionan con batería y utilizan un líquido que contiene nicotina y aromatizantes. Al no haber combustión se puede pensar que el fumador no aspirará sustancias perjudiciales para la salud como en los cigarros tradicionales, pero esto no es así. La inhalación de nicotina y de otros productos químicos compuestos como la glicerina pueden tener efectos nocivos sobre los pulmones y las vías respiratorias, pudiendo llegar a ocasionar neumonías y otras enfermedades.
Efectos adversos
La nicotina es un componente químico que influye en la disminución de la defensa natural dental, ocasionando problemas como la gingivitis o la periodontitis. También actúa sobre los vasos sanguíneos bucales y reducen su capacidad de respuesta ante la aparición de bacterias.
Los componentes químicos de los cigarrillos electrónicos, combinados con la nicotina, provocan sequedad bucal. Además, puede provocar irritación en las mucosas de la boca y las vías respiratorias y causar tos seca. La saliva es la encargada de eliminar las bacterias de la boca y su desaparición se relaciona con la halitosis, ya que las bacterias que pueblan la boca son capaces de producir compuestos con un mal olor.