Una buena sonrisa con dientes sanos es un factor que cada vez se busca más estéticamente. Para ello, existen procedimientos odontológicos que pueden ayudar a conseguirlo, como la ortodoncia. Pero, ¿Qué es una ortodoncia? Puede definirse como la corrección de los dientes y huesos que estén mal colocados.
El problema principal sucede cuando los dientes no están bien colocados, no pueden ejercer la misma presión al morder, propiciando a que su limpieza se complique, corriendo el riesgo de que aparezcan problemas de forma precoz, como caries o enfermedades periodontales. Además, ejercen mayor presión en los músculos, generando dolores de cabeza, cuello y espalda.
Es importante entender que los dientes, los huesos maxilares, la musculatura y la articulación tempero-mandibular (ATM) forman un conjunto muy complejo, que requiere que todas sus piezas encajen de forma correcta. Sería como los engranajes de un reloj. Para que todo el conjunto funcione, es necesario que todas las piezas encajen. Y al igual que si en el reloj uno de los engranajes falla, si en este conjunto algo falla, se producen problemas como dolores articulares y musculares, desgaste de dientes, problemas para masticar, así como problemas estéticos por malposiciones dentarias.
La solución son los tratamientos ortodóncicos, ya que entre sus ventajas se encuentra que proporcionan una boca sana, una sonrisa bonita estéticamente y alarga la posibilidad de que esta dure para toda la vida.
¿Cuándo debe hacerse?
Ahora que ya conoces el significado de la ortodoncia, es necesario saber cuándo debe realizarse. Lo más importante es acudir a un especialista de confianza, ya que será quién decida si es necesario aplicarte un tratamiento de ortodoncia o no. Para ello, es necesario basarse en distintos diagnósticos, como un examen clínico y radiografías. Dependiendo del resultado obtenido, se podrá indicar si es necesario aplicar un tratamiento personalizado dependiendo de las necesidades de cada paciente.
Para saber cuándo es necesario realizarla, es importante que conozcas si sufres de algunas de estas afecciones, ya que son las más comunes a la hora de realizar una ortodoncia:
- Sobremordida: Se dice que existe sobremordida cuando los dientes anteriores superiores cubren casi por completo a los inferiores.
- Mordida cruzada: En este caso, cuando se realiza una mordida normal, los dientes superiores no caen por delante de los inferiores.
- Mordida abierta: Cuando existe una abertura en los dientes anteriores a la hora de realizar una mordida, o cuando no están correctamente alineados con los inferiores.
- Línea media desplazada: Al igual que en el caso anterior, se produce cuando los dientes superiores no están correctamente alineados con los inferiores. En este caso, por medio de la línea central que los divide.
- Espaciamiento: Cuando los dientes no ocupan todo el espacio que deberían o en el caso de que falte alguna pieza.
- Apiñamiento: Cuando los dientes tienen un tamaño superior al normal y necesitan más espacio que el de los maxilares.
Una creencia común es la de que la ortodoncia solo se hace en niños o adolescentes. Es cierto que cuando se hace en esas edades, los especialistas en ortodoncia pueden corregir problemas óseos «dirigiendo» el crecimiento facial. Evidentemente para poder conseguir esto, es imprescindible que el paciente esté aún en edad de crecimiento. No obstante, y a pesar de que en los adultos esa posibilidad no exista, se puede perfectamente movilizar los dientes pudiendo corregirse la inmensa mayoría de los problemas.
La importancia de la ortodoncia
Como hemos comentado anteriormente, si no sabes si sufres de alguna de las afecciones indicadas anteriormente, pero crees que necesitas de una ortodoncia, la mejor opción es visitar a un especialista para que estudie tu caso, él será quien decida si es necesario aplicar la ortodoncia o no.
Dependiendo del problema que presente cada paciente y su severidad, el especialista determinará cuál será el procedimiento ortodóncico más eficaz para solventar el problema de la mejor forma posible, promoviendo que, en unos pocos meses, los dientes estén completamente sanos y se pueda disfrutar de una mordida sin problemas y/o sonrisa estéticamente perfecta.